miércoles, 25 de septiembre de 2013

MATAR A UN RUISEÑOR (1962)

 "La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno mismo"
La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno mismo. - See more at: http://www.frasesdepeliculas.com.co/2013/01/matar-un-ruisenor-robert-mulligan.html#sthash.vaNNiM4U.dpuf

Si existe alguien capaz de no emocionarse con esta película es que carece de sensibilidad emocional y esto es muy triste. No hay nada más bello que emocionarse y dejar aflorar los sentimientos sean cuales sean. "Matar a un ruiseñor" es de esas películas que te dejan huella, te marcan de por vida. A todos nos hubiera gustado vivir una infancia como la que viven los hijos de Atticus Finch en la película, de la misma forma que a todos nos hubiera gustado tener un padre como él (sin desmerecer al que cada uno tiene) o ser un padre como él y una persona de una integridad como la suya. En ocasiones puedo pecar de abusar de calificativos a la hora de analizar las películas pero es que a veces me es difícil expresar con palabras lo que una obra te hace sentir. Han pasado más de cincuenta años pero el tiempo, en ocasiones, lo que hace es mejorar, dignificar y engrandecer como ocurre en este caso con "matar a un ruiseñor". Además es un fiel reflejo de la mentalidad que en los años treinta del siglo pasado, tenía la gente con respecto a muchos asuntos como el racismo. Éste no es el único tema que trata la película aunque sí es uno de los más importantes. Para mí el el tema protagónico reside en reflejar la condición humana ante todo tipo de situaciones, desde las más cotidianas hasta las más curiosas. Y en cierta medida, en una época como la que vivimos en donde la desconfianza prima sobre todas las cosas, este filme y sobre todo su personaje protagonista, nos reconcilia con el ser humano. Nos obliga a abrir nuestra mente y pensar que existen personas buenas en el mundo capaces de poner la otra mejilla si hace falta. También nos muestra una realidad, en teoría del siglo pasado pero que en nuestra actualidad todavía se repite en muchos lugares del planeta. Aún quedan resquicios de esa mentalidad que en muchas ocasiones resulta muy preocupante. A veces involucionamos y damos marcha atrás como los cangrejos por eso esta película, aunque haya pasado el tiempo, la vemos fresca, actual y atemporal aunque la historia esté ubicada en el sur de los Estados Unidos de 1932, en plena depresión económica (curiosamente como ahora)

Para empezar hay que decir que se trata de la adaptación de una novela de la escritora Harper Lee, ganadora de un premio Pulitzer. Fue un éxito total y todavía hoy en día para las universidades americanas es un libro de referencia. Fue el único que publicó su autora pero al igual que le sucedió a Margaret Mitchell (la escritora de la novela "lo que el viento se llevó") su única obra le sirvió para pasar a la posteridad.

"Matar a un ruiseñor" la dirigió Robert Mulligan, un director que a pesar de su extensa carrera ("cuando llegue septiembre", "verano del 42", "la rebelde", "la noche de los gigantes"...) siempre será recordado por éste título. Estuvo protagonizada por el mejor Gregory Peck y no voy a citar títulos suyos porque todos guardamos en nuestra memoria muchas de sus interpretaciones pero aquí se encuentra en estado de gracia. Es el mejor momento de su carrera y lo demuestra. Cuando el productor de la cinta Alam J. Pakula y el propio Mulligan mandaron el guión a Peck sin que éste les conociera, lo leyó y aceptó de inmediato. Incluso la propia Harper Lee se mostró encantada regalándole un reloj suyo que el actor lleva puesto durante todo el rodaje. Otros nombres se barajaron para interpretar a Atticus Finch como Rock Hudson o James Stewart (con la ideología tan conservadora de este hombre no se si hubiera sido capaz de aceptar) pero afortunadamente se llevó a cabo uno de los mayores aciertos de toda la historia del cine al contratar a Gregory Peck. El personaje de Atticus se convirtió en el gran héroe americano y yo diría que el mayor héroe del planeta. Un hombre sencillo, íntegro, sensato, bueno, paciente y como dice una frase de la película: "hay hombres en este mundo que han nacido con la tarea de cargar con los problemas de los demás y Atticus es uno de ellos".

"Matar a un ruiseñor" muestra la infancia de dos hermanos: Jem y Scaut de 10 y 6 años respectivamente. Mary Badham fue la actriz más joven en ser nominada a un premio óscar (tenía diez años en la vida real) pero injustamente no lo ganó (aunque Patty Duke, la ganadora de 16 años, también lo mereció por su intensa interpretación de la niña ciega, sorda y muda de "el milagro de Ana Sullivan"). Tanto ella como Philip Alford (Jem y que hoy en día es un exitoso hombre de negocios) encarnan a sus personajes con una naturalidad impresionante (sobre todo teniendo en cuenta que era su primer trabajo como actores) Ellos mantuvieron una estrecha amistad con Gregory Peck que duró hasta la muerte del actor en 2003. Incluso Mary Badham (Scaut) en los descansos de los rodajes acudía a casa de Peck a jugar con sus hijos. Otro joven actor, en este caso secundario, es Tití, el vecino de los hermanos Finch encarnado por John Megna. Según Harper Lee (la autora) este personaje está inspirado en el escritor Truman Capote que era amigo suyo y en su infancia fueron vecinos.

Con una banda sonora inolvidable compuesta por Elmer Bernstein también destaca por unos títulos de crédito que además de originales son detalles que tienen que ver con la historia. La película fue a la ceremonia de los oscars con cinco nominaciones llevándose tres estauillas (mejor actor para Gregory Peck, mejor guión adaptado y mejor dirección artística y escenografía en blanco y negro). También hay que destacar que fue el debut cinematográfico de Robert Duvall que aunque aparece poco en la película, el actor lo trabajó mucho y muy bien. Su personaje encarnaba a un joven misterioso y con problemas mentales de unos treinta años de edad y para hacerlo pasó seis semanas alejado de la luz solar y se tiñó el pelo de un rubio casi blanco.

Gregory Peck siempre se sintió muy orgulloso del personaje de Atticus Finch. En declaraciones suyas afirmó que "no pasa un solo día en que no piense en lo afortunado que fui por participar en aquella película. Hace poco me senté en una cena junto a una mujer que vio la película cuando tenía catorce años, y ella decía que había cambiado su vida. Escucho ese tipo de cosas constantemente". Con estas frases del actor se resume lo que ha significado para él, para todos los que la hemos visto y para la historia del cine, "matar a un ruiseñor".

Como pequeño anecdotario, el joven actor Philip Alford (Jem) no quería hacer la película pero cuando sus padres le dijeron que durante el rodaje no iría al colegio, no se lo pensó dos veces. La pequeña Scaut, además de ganarse el cariño de todo el equipo, tuvo la suerte de poder jugar por el plató con sus jóvenes compañeros sin que Mulligan protestara, más bien todo lo contrario, les dejo a su aire y no quiso molestarles. Hizo bien porque consiguió esa naturalidad en ellos que deseaba para la película.


Son muchas cosas las que pueden decirse de esta cinta. Mi modesto análisis no pretende otra cosa que recordar esta obra y procurar que permanezca en el recuerdo de todos los que la hayamos visto. Creo que uno de los mayores placeres que puede haber en la vida es ver por primera vez "matar a un ruiseñor".

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