viernes, 4 de octubre de 2013

AMADEUS (1984)

  "Perdóneme su majestad. Yo puedo ser vulgar, pero os aseguro que mi música no lo es"

Si tuviéramos que escoger sólo cinco películas rodadas en la década de los 80, una de ellas sin ninguna duda sería "Amadeus". Una joya en muchos sentidos porque en ella encontramos desde la mejor música que podemos regalar a nuestros oídos hasta la mayor relación amor - odio que se ha visto jamás en el cine. Sus protagonistas son Mozart y Salieri, dos compositores que coexistieron en el tiempo pero cuyas obras son infinitamente recordadas y admiradas por todo el mundo (me refiero a Mozart) y prácticamente olvidadas (las de Salieri). Admiración y odio, falsedad a borbotones, sentimiento de mediocridad frente al talento sobrehumano, en definitiva una historia de amor y odio entre dos personajes históricos del mundo del arte. La película recoge hechos certeros de la vida de Mozart y otros que quién sabe si sucedieron en realidad. La verdad sólo es una y es muy difícil conocerla ya que cada escritor e historiador siempre la relata a su forma dependiendo del afecto o simpatía que tenga hacia ese personaje. En este caso hay una gran realidad y es la profunda admiración que Salieri sentía por Mozart, esa forma tan increíble que tenía de componer, esa inagotable inspiración que desde niño profesaba, tantas cualidades que resulta lógico que produjera envidia (sana) a cualquiera, sobre todo si es músico. Salieri no soportaba ni comprendía cómo ese sujeto tan "payaso", irresponsable y con actitudes tan infantiles pudiera crear una nueva forma de hacer música y que esas melodías fueran de tanta belleza e inspiración. Nos encontramos ante una de las personalidades más increíbles de la humanidad y la película es capaz de acercarnos a ese personaje, ver más o menos cómo era en realidad. No debemos olvidar que "Amadeus" es la adaptación cinematográfica que el autor Peter Shaffer escribió de su propia obra de teatro estrenada en Londres y que la historia sobre la amistad - enemistad de ambos compositores no tiene fundamento histórico aunque sí existen algunos detalles como los que he expuesto anteriormente. Cuando en 1981 el director Milos Forman (enemigo de los biopics) acudió a ver la obra, quedó tan maravillado al terminar el primer acto que se acercó al autor y le dijo: "Si el segundo acto es tan bueno como el primero, haré la película". Ahora ya sabemos qué pensó al terminar la función. Al poco tiempo se juntaron para dar forma a la adaptación para el cine y el resultado acabó siendo glorioso. En realidad, tratar la vida de Mozart desde su punto de vista podría haber tenido un resultado menos eficaz porque el ser humano creo que es incapaz de comprender ese poder de la naturaleza que poseía el compositor y mucho menos tratar de verlo como algo natural (que era lo lógico en Mozart) sino como algo prodigioso que se escapa de nuestra comprensión. En cambio al hacerlo desde el punto de vista de su antagonista, en este caso Salieri, es mucho más efectivo ¿por qué? Pues porque nosotros en cierta medida nos sentimos identificados con Salieri. Sentimos la misma admiración que él y podemos observar desde un punto de vista más racional la corta pero intensa vida de Amadeus.

La película es un musical pero a la vez es un drama. Tiene momentos de comedia de la misma forma que en ocasiones es aterradora. "Amadeus" no te deja indiferente. Sus protagonistas fueron Tom Hulce en el papel de Mozart y Fahrid Murray Abraham en el rol de Salieri. Tras el éxito de esta película, ambos actores tuvieron un declive profesional que, en mi opinión, creo que no se merecían porque en este filme demostraron ser grandes actores capaces de hacer grandes obras. Quizás a Murray Abraham le pudo el ego. Por ejemplo en el rodaje de "el nombre de la rosa" empezó a tener una actitud muy egocentrista creyéndose superior al resto del reparto por tener un óscar (Sean Connery todavía no lo había obtenido por "los intocables de Elliot Ness") pero de todas formas sus carreras bajaron cuando debieron de haber sido todo lo contrario.

Para recrear la Viena barroca del siglo XVIII se fueron a la capital checa, Praga (lugar que vio nacer al director Milos Forman) porque parece que tuvieron dificultades en la capital austríaca para rodarla. Forman escogió Praga porque según él: "la incompetencia y dejadez del régimen comunista había permitido que la ciudad mantuviese el aspecto y las infraestructuras propias del siglo XVIII". Parece que en la ciudad no había ningún cartel ni ningún tipo de elemento propio del siglo XX. Sólo tuvieron que cambiar unas cuantas farolas para parecerse a la Viena de Mozart. El primer día que todo el equipo, con su director a la cabeza, entraron en el Teatro Nacional para buscar los puntos en donde debían colocarse las distintas cámaras, el autor y guionista Peter Shafer desapareció. Milos Forman lo encontró escondido en un pasillo y llorando de emoción por pisar exactamente el mismo teatro en el que Mozart estrenó su ópera Don Giovanni. Todo el rodaje estuvo vigilado por el gobierno checo. Una anécdota curiosa se dio el cuatro de julio de 1983 (fiesta nacional en Estados Unidos) en el momento en que iba a comenzar el rodaje de las escenas en el Teatro Nacional. Cuando el director gritó: ¡Acción!, en lugar de sonar la música de Mozart, sonó el himno nacional estadounidense y todos se pusieron en pie y lo cantaron. Todos excepto unos pocos extras que no sabían qué hacer ni a donde mirar. Resulta que esa minoria eran miembros de la policía secreta que estaba vigilando el rodaje por orden del gobierno checo.

Amadeus (que en latín significa "amado por Dios") no era el verdadero nombre de Mozart que en realidad se llamaba Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus (que significa Amadeus pero en griego). Curiosamente en la película nadie, salvo Salieri, le llama por este nombre. Es una forma de enfatizar la tremenda admiración que Salieri (quién en la cinta demuestra su amor a la música por encima de todas las cosas) sentía por Mozart. Él sí creía que el genio era amado por Dios al otorgarle tan inmenso don. En realidad Salieri era una buena persona y nunca estuvo loco.

La película es una de las más premiadas de la historia del cine. De las once nominaciones consiguió ocho estatuillas: película, director, actor para Murray Abraham (también estuvo nominado en la misma categoría Tom Hulce), guión adaptado, dirección artística, diseño de vestuario, maquillaje y sonido.


"Amadeus" es mucho más que una película. Gracias a ella la música de Mozart volvió a resurgir para el gran público. No se puede pedir más: buenas interpretaciones, una historia realmente fascinante, realidad, ficción y la música de Mozart. El mejor coctel para una obra maestra.

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